Entre la silenciosa montaña,
hay una casa abandonada
¿Algún fantasma querrá abrigarse
del frío que hace por la mañana?
Siempre me ha gustado pasear por esta vereda, e imaginarme como sería la vida de aquellos habitantes de esta casa hoy en ruinas.
Las vistas desde este lugar me encantan, ya sea en primavera o en otoño.
Los primeros higos chumbos ( desde que era niña en Marruecos) los comí de las chumberas que rodean La Casa de La Tía Cima.