Hubo un tiempo en el que Nª Sª de la Candelaria se celebraba en Paredes con una función religiosa anual y tenía su propia Congregación, pues así figura en el “Expediente de remisión de Alberto de Suelves, intendente de la provincia de Toledo al conde de Aranda del estado de las congregaciones, cofradías y hermandades que hay en los pueblos de dicha jurisdicción”
En este expediente de 1722 La Candelaria en Paredes se celebraba con la misma importancia que San Vicente Mártir y el Santísimo Sacramento, solamente Nª Sª de la Nava, se celebraba con dos funciones.
En Paredes ya no hay ninguna imagen de esta virgen, que sería parecida a esta antigua. Era costumbre que todas las mujeres que hubieran dado a luz el año anterior presentasen los niños ante la virgen, portando una vela encendida.
Las Candelas y su fiesta religiosa viene de la leyenda de La Candelaria en Canarias.
Virgen de la Candelaria-Tenerife
Cuenta la leyenda que sobre el año 1390 en una cueva de Tenerife, los guanches hallaron la imagen de una mujer en madera, que portaba una tea de fuego (tal vez una diosa guanche) Tras la aparición se identificó esta imagen con la virgen y el acontecimiento bíblico de la purificación , la fiesta empezó a celebrarse con un carácter mariano en el año 1497, cuando el segundo Adelantado de las Islas Canarias Pedro Fernández de Lugo, celebró la primera Fiesta de Las Candelas (ya como Virgen María de La Candelaria), coincidiendo con la Fiesta de la Purificación.
De ahí se extendió a toda la Península y más tarde esta advocación mariana y su fiesta serían llevadas a varias naciones americanas de mano de los emigrantes canarios.
Esta fiesta ya no se celebra en Paredes, pero en aquellos tiempos era muy importante para las mujeres que tenía tantos hijos y sin duda asistirían con sus ofrendas.
La Candelaria como la mayoría de las fiestas cristianas fue una más adaptada de las fiestas paganas que se celebraban desde la venida del nuevo sol o Luz del año (Navidad).
Para los romanos era la fiesta de la Purificación en Febrero llamada “Lupercalia” que era una fiesta de mujeres portando luces.
También las mujeres judías (mucho tiempo anterior al cristianismo) debían purificarse en el templo tras los cuarenta días del parto.