Esta costumbre del Miércoles de Ceniza en Paredes, que poco a poco va desapareciendo, debe ser muy antigua y sin duda recuerda ceremonias ancestrales de la fertilidad y purificación al llegar la primavera, que son muy anteriores al cristianismo ya que entonces no existía enterrar la sardina, pues lo que se enterraba simbólicamente era el invierno.
En tiempo de los romanos se celebraban Las Lupercales que eran fiestas paganas en las que los jóvenes desnudos perseguían a las doncellas.
Aquí en Paredes en tiempos no muy lejanos, los mozos acudían con una vaquilla hecha por ellos y atacaban a las mozas. Los historiadores opinan que los cuernos de la vaquilla representaban la luna, ya que los antiguos se regían mucho por los ciclos de la luna, tal vez por eso las mujeres llevan la enagua blanca recordando aquellas doncellas que solían casarse al llegar la primavera en los ciclos que la luna era más propicia para concebir hijos.
Muchas Gracias a julita por sus fotos
Concha y Luis